Este año se cumplen 200 años de la publicación del ‘Tratado sobre la auscultación mediata, 1819’, del médico francés René Laënnec. En él se describe por primera vez el estetoscopio, también denominado fonendoscopio, como instrumento para escuchar los sonidos del tórax y el corazón y diagnosticar enfermedades cardíacas y pulmonares, algunas de ellas desconocidas hasta ese momento.
Sin embargo, a pesar de su incuestionada utilidad, el uso del fonendoscopio es poco frecuente. Según la encuesta europea Heart Valve Disease Awareness Survey[1], el 46% de las personas consultadas en España afirma que es muy raro que su médico lo utilice para auscultarles durante el transcurso de una visita.
A este respecto, el Dr. Obaya, Médico de Atención Primaria, ha declarado que “la auscultación no es un hecho aislado, sino integrado en la exploración cardiaca general, médicos y pacientes debemos de concienciarnos de la utilidad de esta sencilla prueba diagnóstica. Sin embargo, diversos datos apuntan a que el uso de este instrumento es cada vez menos frecuente en las consultas”.
Una revolución para la práctica cardiológica
La detección de una enfermedad cardiaca puede realizarse de forma temprana utilizando un estetoscopio. Este es el caso de las valvulopatías, en las que la existencia de un sonido característico o “soplo” detectado durante la auscultación, suele ser el primer indicio de la existencia de un problema valvular y motivo de derivación al cardiólogo.
“Recordemos que los síntomas relacionados con las valvulopatías, como la fatiga o el cansancio, se pueden confundir con los provocados simplemente por el envejecimiento del paciente. De ahí que cobre gran relevancia el uso del fonendoscopio como medida de detección precoz de una valvulopatía”, explica Cecilia Salvador, presidenta de AEPOVAC, la Asociación Española de Portadores de Válvulas Cardiacas y Anticoagulados.
Además, el 12% de las personas que contestaron dicha encuesta reconoce que su médico de atención primaria nunca ha usado este instrumento durante una consulta. Solo un 22% de los participantes respondieron que su doctor lo utiliza en cada una de sus visitas al centro de salud y esta cifra desciende hasta el 17% en el caso de las personas de entre 70 y 74 años.
“Síntomas generales como fatiga o cansancio, dificultad para respirar, palpitaciones y mareos pueden indicar la existencia de una valvulopatía. Su diagnóstico puede realizarse de manera precoz por parte del médico de familia con un gesto tan sencillo como la auscultación cardiaca con el fonendoscopio durante la visita médica”, señala el médico de familia.
El estetoscopio tiene su origen en una hoja de papel formando un cilindro que Laënnec situaría junto al pecho del paciente, evitando así una cercanía que le resultaba incomoda debido a su timidez. Desde el primer momento las propiedades acústicas del tubo mejoraban la capacidad del médico para escuchar sonidos del pecho.
En el Tratado, este instrumento se describe como un cilindro de madera de 30 centímetros de largo y cuatro de diámetro, con un agujero perforado de seis milímetros de ancho, y al que Laënnec denominó “estetoscopio” a partir de dos conceptos griegos: stethos (pecho) y skopein (ver), bautizando la acción como “auscultación” a partir de la palabra “auscultare” (escuchar).
“El fonendoscopio es uno de los instrumentos más representativos de la Medicina. Es la primera herramienta que se compra un estudiante de Medicina”, concluye el doctor Obaya.
[1] CensusWide. Estenosis aórtica – ¿Qué se sabe? Encuesta “Heart Valve Disease Awareness Survey” 12.821 personas en Europa +60. Noviembre 2017.