Cecilia salvador, presidenta de la asociación española de portadores de válvulas cardíacas, considera necesarias políticas públicas que incluyan el abordaje de las valvulopatías en las estrategias sobre envejecimiento
Actualmente vivimos en el entorno de una sociedad cada vez más envejecida, especialmente en nuestro país. Según el Instituto Nacional de Estadística, en la actualidad el 19,21% de la población española tiene más de 65 años, ese porcentaje ascenderá a un 24,95% en 2030 y se estima que alcanzará unas cuotas del 31.06% en 2040. Este envejecimiento conllevará un aumento exponencial de las enfermedades cardiovasculares, en concreto de las valvulopatías cardíacas, lo que significa a su vez un aumento del gasto sanitario. A modo de ejemplo, el gasto sanitario directo por enfermedades cardiovasculares en 2015 fue de 5,9 millones de euros. Cecilia Salvador, presidenta de AEPOVAC (Asociación Española de Portadores de Válvulas Cardíacas), nos habla en esta entrevista sobre las valvulopatías, su incidencia y concienciación en la población y la necesidad de que las políticas públicas incluyan su abordaje en las estrategias sobre envejecimiento.
¿Qué es una valvulopatía y cuáles son sus síntomas?
Las valvulopatías son las enfermedades propias de las válvulas del corazón y pueden pasar desapercibidas durante muchos años ya que su desarrollo es progresivo con el paso de los años. Los síntomas que aparecen con más frecuencia son la sensación de falta de aire, la fatiga o cansancio, dolor en el pecho, palpitaciones, tos o hinchazón de tobillos y pies; aunque pueden variar dependiendo qué tipo de válvula está afectada y de la gravedad del problema.
La generalidad de estos síntomas provoca que, en ocasiones, la existencia de una valvulopatía se descarte y, en su lugar, se atribuya erróneamente a consecuencias relacionadas con el envejecimiento.
¿Son frecuentes las valvulopatías?
Actualmente, tres de cada cien personas mayores de 65 años en España sufren de alguna valvulopatía de moderada a grave y se prevé que el número de afectados siga creciendo como consecuencia del aumento de la población de edad avanzada. Y es que la causa más frecuente de daño valvular es el envejecimiento.
¿Dónde debe acudir una persona que presente esos síntomas?
En primer lugar, a su médico de cabecera, al que le contará detalladamente cómo se siente, y al que solicitará si es posible una auscultación con el fonendoscopio, instrumento clave para reconocer los primeros síntomas de una valvulopatía. Después el proceso sigue el protocolo de derivación del paciente al especialista, si así lo estima el facultativo.
¿Cómo se diagnostica?
Las valvulopatías con frecuencia producen sonidos inusuales del corazón (conocidos como “soplos”) que se producen por la dificultad para el paso de la sangre a través de las válvulas dañadas. Estos sonidos son audibles y detectables cuando el profesional sanitario ausculta el pecho simplemente con la ayuda de un fonendoscopio. Para confirmar el diagnóstico de valvulopatía la prueba más utilizada es el ecocardiograma.
¿Cuál es el procedimiento para tratar una valvulopatía?
Algunos problemas valvulares son menores y no requieren tratamiento, aunque es aconsejable un seguimiento cardiológico. En cambio, otros pueden requerir procedimientos más complejos como la reparación quirúrgica de la válvula e incluso el reemplazo de la misma por una prótesis (mecánica o biológica).
Las válvulas mecánicas ofrecen mayor durabilidad, pero requieren de continua anticoagulación, lo que afecta en la calidad de vida y hábitos de los pacientes. Las válvulas biológicas, fabricadas de tejido animal y que no necesitan tratamiento anticoagulante posterior, tienen menor durabilidad. En España, al contrario que en la mayoría de países europeos donde imperan las biológicas, las válvulas mecánicas suponen aproximadamente un 49% frente al 51% de las biológicas.
¿Cómo es el proceso de recuperación en una intervención de implante de válvula?
En el caso de la cirugía a corazón abierto la recuperación es lenta, y si todo va bien, a la semana o 10 días puedes recibir el alta. En una intervención mínimamente invasiva, donde sólo se requiere una pequeña incisión, la recuperación es mucho más rápida. Y si atendemos a las técnicas transcatéter, los denominados implantes TAVI, sólo son necesarias unas pocas horas en el hospital y la recuperación es asombrosa.
¿Cuál es el principal mensaje que su Asociación quiere difundir?
Nuestro lema desde hace muchos años es “No tengas miedo, ten información”. Por eso mismo nosotros proporcionamos información y ayuda enfocada a mejorar la calidad su vida, tanto en el aspecto fisico como psíquico y socio-laboral del paciente.
Por otra parte, y coincidiendo con la celebración del primer Día Europeo de las Valvulopatías (8 septiembre), presentamos el Primer Manifiesto Español por las Valvulopatías, donde abordábamos de una manera sencilla estas necesidades desde la óptica de los pacientes y los profesionales implicados en esta enfermedad.
Como representante de pacientes de valvulopatías y anticoagulados una de las demandas que solicitamos a las autoridades sanitarias es la financiación de un chequeo anual con fonendoscopio a los ciudadanos mayores de 65 años.
Fuente: Noroeste Madrid
https://www.noroestemadrid.com/2019/01/aepovac-insta-a-las-autoridades-sanitarias-a-que-financien-un-chequeo-anual-con-fonendoscopio-a-los-ciudadanos-mayores-de-65-anos/